Festival del Cómic recibe con honores al arte joven

MUESTRA • El Salón de Honor está dedicado a la nueva camada de ilustradores bolivianos.
• CEREMONIA • Fans personifican a héroes del cómic. Fue ayer en la inauguración oficial del encuentro internacional.
Más de 30 autores bolivianos, que emergieron en los últimos siete años, exponen sus obras en el Salón de Honor del VII Encuentro Internacional de Historietas. La muestra, que se inauguró ayer en el Museo Nacional de Arte, reúne ilustraciones, historietas y afiches que evidencian el desarrollo del cómic en Bolivia.

La variedad caracteriza la propuesta de artistas como Álvaro Ruilova, que trae extractos de su novela gráfica Cuentos de Kuculis; Fernando Montes, que presenta personajes de su libro de arte fantástico; Damián Moren, que expone su popular tira El Lustra; Tito’s, que propone personajes con estética norteamericana; y Mery Nina, que muestra dibujos de estilo manga, entre otros.

Alejandro Archondo, miembro de la Asociación de Historietistas Viñetas con Altura, indicó que el Salón es un homenaje a las nuevas generaciones. “Estas obras muestran la evolución del cómic boliviano en los últimos siete años, que fue cuando se empezó a ver este rubro de forma profesional”, aseguró. El ilustrador recalca la gran variedad de propuestas, aunque “en la historieta boliviana, por lo general, el dibujo primó a las técnicas digitales”.

Para esta exposición —que se enmarca en el Festival Viñetas con Altura— se eligió a autores que siguen produciendo, pues son quienes “lograron que el mercado del cómic crezca en Bolivia”.

Olivares traza su arte a mano

“La historieta se resiste a morir. Me sorprende que en Bolivia, donde no hay tradición ni mercado, haya jóvenes que hacen cómic”, afirma el ilustrador español Javier Olivares, quien inaugurará mañana a las 19.00, en la Alianza Francesa (Av. 20 de Octubre), la muestra Dentro de la Carpeta.

“Esta exposición es amplia porque he traído historieta, ilustración infantil, de periódicos e history boards de cine”, dice.

El humor es el horizonte de Olivares. “Nunca me pregunté qué transmito, pero si hay algo que tiene mi trabajo es mucho humor”, afirma el español.

Eso sí, no cambiaría el dibujo a mano por el trazo en digital. “Mi generación aprendió a trabajar a mano y la computadora nos ha venido muy bien. Sin embargo, yo sigo trabajando a mano porque me gusta, me resulta más rápido y siento que es más personal”.

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