Ni las patadas frenaron a Messi


El Diez sufrió una cacería por parte de los hombres de Real Madrid. Marcelo le dio un codazo, Casemiro lo acechó y Ramos fue expulsado por golpearlo.
Recibió de espaldas unos metros por delante de la línea media, amagó a girar para la izquierda, salió para la derecha y dejó en el camino a Casemiro, que se barrió desde atrás, lo volteó y se ganó la merecida tarjeta amarilla. Iban 12 minutos de juego y, en su primera intervención importante en el partido, Lionel Messi empezó a darse cuenta cuál sería el trato que recibiría durante todo el Clásico. Porque los hombres de Real Madrid armaron una verdadera cacería contra el Diez en el Santiago Bernabéu. Pero de nada les sirvió: el rosarino le dio el triunfo 3-2 a Barcelona sobre la hora y dejó la Liga más viva que nunca.
Leo fue el futbolista que más infracciones recibió en el encuentro, con seis. El triple que Cristiano Ronaldo, el que más sufrió en el local, a quien le cometieron dos. Solamente en un partido de la temporada al zurdo le habían hecho más faltas que en la casa del Merengue: dos fechas atrás, frente a Málaga, recibió siete. Y a esas acciones que recibieron sanción por parte del árbitro, de muy flojo desempeño, hay que sumarle las que fueron pasadas por alto, como el artero codazo que le dio Marcelo en el primer tiempo y no tuvo ninguna consecuencia disciplinaria, pese a que Messi terminó con el labio cortado.

No es de extrañar, entonces, que las tres tarjetas sufridas por jugadores del local hayan llegado luego de acciones violentas contra el Diez. Además de la amonestación de Casemiro, que debería haber sido expulsado luego de cometerle otras dos infracciones a Leo cuando ya tenía amarilla, Sergio Ramos vio la roja por barrerse con las dos piernas para adelante contra la humanidad de la Pulga -que llegó a saltarlo a tiempo- y Mateo Kovacic fue amonestado por bajarlo de atrás.

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