Según el documento judicial, al que tuvo acceso Efe, el tribunal
rechazó el recurso de la Administración estadounidense para que volviera
a entrar en vigor la prohibición de entrada al país contra refugiados y
nacionales de siete países con mayoría musulmana, por lo que es
previsible que el caso termine en manos del Tribunal Supremo.
Los tres jueces del tribunal confirmaron de manera unánime la sentencia
del juez federal James Robart, quien decidió el viernes pasado que el
veto de Trump debía ser suspendido tras la demanda interpuesta por los
estados de Washington y Minesota por el “daño inmediato e irreparable”
que podría causar de seguir en vigor.
Asimismo, rechazaron los argumentos presentados por el Gobierno,
quienes alegaron durante las audiencias de esta semana que el bloqueo
del veto ponía en peligro al país y que la corte no tenía potestad para
revisar el caso.
Según los jueces, el Gobierno “falló” en demostrar en su recurso de
emergencia que la seguridad nacional estaba en juego por culpa del
bloqueo de la prohibición.
El Departamento de Justicia, en representación de la Administración
Trump, podría ahora solicitar a la Corte Suprema su intervención o bien
pedir otra revisión de la sentencia a una corte federal con un número
más amplio de jueces.
Tras conocerse el fallo, una portavoz del Departamento de Justicia,
Nicole Navas, manifestó en un comunicado que el Gobierno “está revisando
la decisión y considerando sus opciones”.
La orden de Trump suspendía durante 120 días el programa de acogida de
refugiados de EEUU -o indefinidamente, en el caso de los refugiados
sirios- y detenía durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos
de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria,
Irak, Irán y Yemen.
“Promete lucha”
El presidente Trump prometió ayer mantener ante los tribunales la
batalla por su decreto que cierra las fronteras a inmigrantes y
refugiados de siete países de origen musulmán.
“Nos vemos en la Corte. ¡La seguridad de nuestra nación está en
juego!”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter tras el anuncio
de la decisión del tribunal de San Francisco.
Horas antes, Trump instruyó a dirigir esfuerzos específicos “contra la
inmigración ilegal” como parte de su estrategia contra el crimen
violento dentro del país.
El mandatario rubricó ayer “tres acciones ejecutivas diseñadas para
restaurar la seguridad en EEUU”, según él mismo detalló en declaraciones
a la prensa durante la toma de posesión de su fiscal general, Jeff
Sessions, en el Despacho Oval.
FISCAL GENERAL AGRESIVO
Jeff Sessions juró ayer su cargo como fiscal general de Estados Unidos
con la promesa de combatir el “auge del crimen” en el país y la
“ilegalidad” migratoria, al asegurar que actuar contra quienes llegan al
país sin documentos no es “inmoral” ni “indecente”.
Sessions, un senador republicano conocido por sus posturas
antiinmigrantes, juró su cargo como secretario de Justicia de EEUU horas
después de que el Senado le confirmara para el puesto tras un largo y
tenso debate que se cerró con 52 votos a favor y 47 en contra.
“Usted (Trump) ha dicho algo en lo que yo creo y creo que el pueblo
estadounidense comparte: que necesitamos un sistema legal de
inmigración, que se ajuste a los intereses del pueblo de EEUU”, subrayó
Sessions.
“Eso no está mal. Eso no es inmoral. Eso no es indecente. Admitimos a
más de 1 millón de personas al año en el país legalmente, y tenemos que
acabar con esta ilegalidad que amenaza la seguridad pública y rebaja los
salarios de los trabajadores estadounidenses”, añadió el nuevo fiscal
general.
PLAN DE IMPUESTOS
El presidente Trump insistió ayer en que presentará un “espectacular”
plan de impuestos “en las próximas dos o tres semanas”, aunque siguió
sin ofrecer detalles.
“Está yendo muy bien. Estamos más avanzados de lo esperado, creo, y
vamos a anunciar algo, diría, que en las próximas dos o tres semanas
será espectacular en términos de impuestos”, dijo.
El mandatario no reveló aspectos concretos de este plan, aunque ha
apuntado en varias ocasiones que busca llevar a cabo la mayor reducción
de impuestos desde la presidencia de Ronald Reagan en la década de 1980.
Como parte de su agenda económica, Trump ha prometido un agresivo
programa de estímulo fiscal basado en la multimillonaria inversión en
infraestructuras y defensa y la rebaja de los impuestos.
ORDEN EJECUTIVA
Hermanos Musulmanes en la mira
Los colaboradores de Trump tienen sobre la mesa una orden ejecutiva que
podría causar un terremoto en el convulso Oriente Próximo.
La tropa que rodea al presidente estadounidense quiere designar como
organización terrorista a los Hermanos Musulmanes, uno de los grupos más
influyentes de la región con una retahíla de sucursales locales y faro
de un islam político reprimido brutalmente en Egipto que desafía a las
monarquías del golfo Pérsico.
Según el diario The New York Times, la firma de la medida -prevista
inicialmente para este lunes- ha sido aplazada una semana ante las
repercusiones de la orden.
La Hermandad, fundada en Egipto por Hasan al Banna en 1928, tiene una
amplia presencia en el mundo árabe. Venció en todas las elecciones
celebradas tras el ocaso de Hosni Mubarak en Egipto y fue desalojada del
poder en 2013 en un golpe de Estado que inauguró una feroz represión.
Su sucursal jordana participó en los recientes comicios parlamentarios y
el grupo tiene conexiones, además, con los partidos islamistas de Túnez
y Turquía.
“No es la primera vez que el asunto de catalogar a la Hermandad como
organización terrorista extranjera ha surgido en EEUU de la mano de
algunos congresistas. Sin embargo, nunca se ha materializado en
decisiones oficiales adoptadas por el Gobierno estadounidense”, dijeron
al diario El Mundo desde la oficina internacional de la cofradía, que
opera legalmente desde Londres.
Sin embargo, ahora, la diferencia es que quienes no ocultan su fobia a
un movimiento que reniega de la violencia y aboga por la participación
política caminan por el despacho oval.
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