
“A través de Inteligencia no llega la información de que se encontraba
en el nivel 285 de interior mina. Era un sector que le dicen el Huater,
en Llallagua, y tiene las condiciones en las que podía estar,
lógicamente con toda la precariedad que conlleva estar dentro de una
mina”, informó el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga.
Caricari era uno de los más buscados tras ser identificado como una de
las personas que lanzó amenazas de muerte contra Illanes, poco después
de que fuera secuestrado el 25 de agosto en medio del conflicto
cooperativista en la vía La Paz-Oruro, a la altura de Panduro. “…Tenemos
dos cajones, van a ser los dos que van (a estar) en los cajones”,
advirtió en una entrevista ese día.
Tras ser torturado, Illanes fue asesinado en una jornada que acabó con
la muerte de cuatro cuentapropistas por heridas de bala. La Fiscalía
inició una inmediata investigación y se llegó a remitir a la cárcel a 13
mineros, pero se buscaba a Caricari y a un segundo que permanece
prófugo, Miguel Ferrer, explicó Quiroga en una entrevista en Cadena A.
Caricari recibía alimentos y apoyo de otras personas de exterior mina.
“Había una suerte (de complicidad de quienes le llevaban alimento). Se
confirma la información (de que estaba en interior mina), se lo tenía
vigilado y se nota que había personas que le metían alimento, en su
momento se conocerá (quienes)”, sostuvo.
La Policía desplazó una vigilancia constante y se analizó, relató, la
posibilidad de optar por la intervención en la mina o acudir a la
persuasión. Se recurrió a la segunda opción y se habló con la nueva
dirigencia de la Federación de Cooperativistas Mineras (Fencomin) y el
entorno cercano de Caricari para que se entregue.
“Él se sentía presionado y fatigado…” y, finalmente, se entregó
voluntariamente, sostuvo y relató que en la breve conversación que tuvo
con Caricari aseguraba que era inocente y que diría su verdad.
Declaró ante la Fiscalía y será sometido a una audiencia de medidas
cautelares en la que se definirá si se defiende desde la cárcel o en
libertad. “Yo les digo que mi persona no actuó en ese momento (del
crimen), estamos seguros de que la Justicia hará lo que corresponda para
que la verdad sea difundida, porque el nada hizo nada teme”, dijo en
sus primeros contactos con la prensa.
Es acusado por los delitos de asesinato, robo agravado, organización
criminal, tenencia y porte ilícito, y atentado contra miembros de
organismos de seguridad del Estado.
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