El más buscado por muerte de Illanes estuvo escondido en interior mina por varios meses


El cooperativista Josué Caricari, uno de los más buscados por la Policía, estuvo varios meses escondido en el interior de una mina, en Llallagua, Potosí, tras los hechos de violencia que acabaron con la vida de Rodolfo Illanes y cooperativistas. Se le llevaba alimento y vivía en condiciones precarias, pero ante el cerco que se le tendió se entregó.

“A través de Inteligencia no llega la información de que se encontraba en el nivel 285 de interior mina. Era un sector que le dicen el Huater, en Llallagua, y tiene las condiciones en las que podía estar, lógicamente con toda la precariedad que conlleva estar dentro de una mina”, informó el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga.

Caricari era uno de los más buscados tras ser identificado como una de las personas que lanzó amenazas de muerte contra Illanes, poco después de que fuera secuestrado el 25 de agosto en medio del conflicto cooperativista en la vía La Paz-Oruro, a la altura de Panduro. “…Tenemos dos cajones, van a ser los dos que van (a estar) en los cajones”, advirtió en una entrevista ese día.
Tras ser torturado, Illanes fue asesinado en una jornada que acabó con la muerte de cuatro cuentapropistas por heridas de bala. La Fiscalía inició una inmediata investigación y se llegó a remitir a la cárcel a 13 mineros, pero se buscaba a Caricari y a un segundo que permanece prófugo, Miguel Ferrer, explicó Quiroga en una entrevista en Cadena A.

Caricari recibía alimentos y apoyo de otras personas de exterior mina. “Había una suerte (de complicidad de quienes le llevaban alimento). Se confirma la información (de que estaba en interior mina), se lo tenía vigilado y se nota que había personas que le metían alimento, en su momento se conocerá (quienes)”, sostuvo.

La Policía desplazó una vigilancia constante y se analizó, relató, la posibilidad de optar por la intervención en la mina o acudir a la persuasión. Se recurrió a la segunda opción y se habló con la nueva dirigencia de la Federación de Cooperativistas Mineras (Fencomin) y el entorno cercano de Caricari para que se entregue.

“Él se sentía presionado y fatigado…” y, finalmente, se entregó voluntariamente, sostuvo y relató que en la breve conversación que tuvo con Caricari aseguraba que era inocente y que diría su verdad.
Declaró ante la Fiscalía y será sometido a una audiencia de medidas cautelares en la que se definirá si se defiende desde la cárcel o en libertad. “Yo les digo que mi persona no actuó en ese momento (del crimen), estamos seguros de que la Justicia hará lo que corresponda para que la verdad sea difundida, porque el nada hizo nada teme”, dijo en sus primeros contactos con la prensa.

Es acusado por los delitos de asesinato, robo agravado, organización criminal, tenencia y porte ilícito, y atentado contra miembros de organismos de seguridad del Estado.

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