EEUU pidió a Argentina que interceda en Bolivia

El informe contiene documentos sobre Bolivia, entre los que revelan un pedido de EEUU a la presidenta argentina Cristina Fernández de moderar a Evo Morales para resguardar la democracia

Crisis. Hillary Clinton pidió disculpas por las filtraciones. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reclamó su renuncia

Estados Unidos hizo gestiones ante el Gobierno de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para moderar al presidente Evo Morales, buscar una mejora de las relaciones diplomáticas entre La Paz y Washington y encaminar la democracia en Bolivia. 


Así lo expresan los documentos filtrados por el sitio de internet WikiLeaks publicados por el diario El País (España), en el que, además, se muestra la preocupación del Departamento de Estado por las relaciones militares del país con Venezuela y la colaboración en ese plano con Paraguay.


La embajada de EEUU en Bolivia habría emitido 1.299 cables diplomáticos (36 secretos, 768 confidenciales y 495 no clasificados), que forman parte de los 250.000 informes confidenciales. 


La confianza con Shannon llegó hasta el punto de que la presidenta Fernández aceptó "cooperar con el Gobierno de EEUU en Bolivia". El Gobierno argentino aún no respondió a estas revelaciones. "CFK (Cristina Fernández de Kirchner) afirma que Argentina cooperará con el Gobierno de Estados Unidos en Bolivia, pero que tenemos que ser cuidadosos para que no parezca que existe una 'operación política' contra el Gobierno, dadas las sospechas de Evo", asegura el telegrama norteamericano. 


Shannon ya había dado seguridades a la presidenta argentina de que EEUU garantizaba la integridad territorial de Bolivia e intentaba, con muy poco éxito, convencer a Evo Morales de que Washington no tenía nada contra él. "Evo no es una persona fácil, nos confía CFK, haciéndonos notar que Argentina tiene problemas para conseguir que Bolivia le abastezca de gas natural. Todos necesitamos paciencia, nos dijo", relata el entonces embajador Wayne. Poco antes, un telegrama informa de las gestiones que ha hecho el ministro de Exteriores argentino, a solicitud del embajador de EEUU, para bajar la tensión en Bolivia respecto a Washington y garantizar la seguridad de su embajada en La Paz. "Taiana nos informa de que ha llamado tres veces al viceministro boliviano para insistir en esos dos puntos".


Un despacho enviado por la embajada en Buenos Aires antes de la visita de Shannon en agosto de 2008 expone cuáles son las demandas de EEUU al Gobierno argentino: "Esperamos que Argentina desempeñe un papel positivo en evitar un conflicto y llevar a buen puerto la democracia en Bolivia". Según el despacho FMCC-4, la diplomacia de EEUU pidió información sobre la cooperación militar de Bolivia y Venezuela con Paraguay. También llamó la atención sobre despliegue militar en la frontera con Paraguay.


"No es novedad, pero en este específico caso, habrá que leer la documentación que exista para ver qué detalles nuevos podrían existir", afirmó a la estatal ABI el vocero presidencial, Iván Canelas. En tanto, la ministra de Justicia, Nilda Copa, sostuvo que la "Usaid ha sido el pilar fundamental" de esa tarea de "espionaje" en Bolivia. 


Diplomáticos realizaban tareas de espionaje
cables-gate. Hillary Clinton pidió disculpas a los líderes aludidos en los despachos. Dijo que hay un sabotaje contra la comunidad internacional. Las filtraciones golpean a EEUU
Agencias. Washington

Las filtraciones de 251.000 documentos secretos de la diplomacia de Estados Unidos amenazan con desatar una crisis diplomática global luego de conocerse que los informes confirmarían que funcionarios diplomáticos estadounidenses cumplieron, de hecho, tareas de espionaje que exceden sus atribuciones de representación extranjera.


“Cables-Gate”, es el nombre con el que se bautizó el escándalo internacional desatado tras la publicación de las comunicaciones secretas entre el Departamento de Estado y sus embajadas realizada en los diarios The New York Times (Estados Unidos), The Guardian (Gran Bretaña), Die Spiegel (Alemania), El País (España) y Le Monde (Francia). 


Las revelaciones hicieron tambalear ayer las relaciones de la potencia norteamericana con sus principales aliados, con las Naciones Unidas y otros países del orbe, porque los telegramas clasificados muestran que Washington puso en marcha una red de informantes para espiar a diplomáticos, líderes políticos, presidentes y jefes de Estado.


Ayer, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, intentó calmar las aguas y advirtió que las filtraciones constituyen un “sabotaje” a la comunidad internacional, que pone en riesgo la seguridad de sus diplomáticos y soldados en todo el mundo. Además, pidió disculpas a los líderes extranjeros aludidos en los cables confidenciales.
Es que los documentos ponen al desnudo toda la diplomacia norteamericana, su forma de penetrar en otros países y su revelación constituye un duro golpe a la acción de Estados Unidos en el mundo.
WikiLeaks se hizo famoso por filtrar (divulgar de forma no oficial) a través de internet documentos de gobiernos que sean de interés público.
Pero lo más grave de las revelaciones es que Estados Unidos ordenó a sus diplomáticos que jueguen un mayor papel en la recolección de inteligencia y realicen tareas de espionaje, como obtener números de tarjetas de crédito o de pasajero frecuente de líderes extranjeros.


Cables secretos revelan que se pidió a funcionarios de departamento de Estado que obtengan información personal de jerarcas de la ONU y figuras clave de países en todo el mundo. Los documentos que se refieren a tareas tradicionalmente reservadas a la CIA y otras agencias de espionaje, fueron transmitidos a embajadas estadounidenses en los cinco continentes.


Un documento secreto enviado a diplomáticos en nombre de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en julio de 2009 ordena que se obtengan los detalles técnicos de los sistemas de comunicación de los funcionarios de la ONU.


La orden también apuntaba a la recolección de datos del secretario general Ban Ki-moon, en especial sobre "su estilo de gerenciamiento y toma de decisiones al igual que su influencia sobre el secretariado".


Filtraciones alcanzan a líderes clave
No se salva nadie. Según los documentos filtrados por WikiLeaks, desde el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hasta los presidentes aliados en Europa, Asia y Oriente Medio, hasta los latinoamericanos caen en los operativos de espionaje. 


El Departamento de Estado pidió en 2009 indagar en los sistemas de comunicaciones de la ONU. Washington solicitó los números de tarjetas de crédito, direcciones de correo electrónico e incluso los números de las cuentas de pasajero aéreo frecuente de los directivos. En el caso de los líderes latinoamericanos, las filtraciones muestran que se pidió informes sobre la salud mental de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, calificó al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, como un “loco” y ratificó que el ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue víctima de una conspiración política. La jefa del Gobierno alemán, Ángela Merkel, es calificada como “poco adepta a los riesgos y "raramente creativa". Silvio Berlusconi, Jefe de Gobierno italiano, como "irresponsable y adepto a fiesta”, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, como "muy susceptible y autoritario".


  Información caliente 
Arabia Saudita e Irán. Los documentos muestran que países árabes reclaman a Estados Unidos que detenga el programa nuclear iraní y que destruya la “cabeza de la serpiente”.
Israel. Los archivos secretos señalan que Israel puede atacar a Irán por su cuenta, pero que el resultado puede no ser un éxito para Tel Aviv.
Pakistán. Las filtraciones revelan que Pakistán tiene un programa de enriquecimiento de uranio fuera de las normas internacionales.

“Diplomáticos no deben espiar”
Armando Loayza | Ex canciller de Bolivia
Estamos ante un hecho grave, aunque hay que tener en cuenta que las embajadas de cualquier país o potencia mundial, como es el caso de Estados Unidos, tienen como misión enviar información a sus países sobre los lugares donde ejercen su representación.


Está claro que el Derecho Internacional no permite a los diplomáticos realizar tareas de espionaje. 


La función del diplomático es informar, no espiar. Además, deben obtener información de fuentes confiables y oficiales. Sin embargo, Washington como otras potencias, tiene una larga historia de espionaje internacional durante la etapa de la II Guerra Mundial


Estas filtraciones, lo dijo Hillary Clinton, no impedirán que EEUU siga trabajando con sus países aliados y que no debería resentirse esas relaciones ni la política estadounidense en el mundo. 


Incluso sus adversarios, como Irán, han dicho que no harán caso de las filtraciones porque consideran que forman parte de una propaganda. Aún así, Estados Unidos tendría que explicar a la mayoría de sus socios y países, incluso a la ONU, cuando se revelen cuestiones confidenciales y conflictivas.

Comentarios