La tubería, de 1.387 kilómetros de extensión y 28 pulgadas de diámetro, tiene capacidad para transportar 20 millones de metros cúbicos diarios de gas natural y permite aumentar la oferta del combustible a los estados del nordeste, según la petrolera estatal brasileña Petrobras, propietaria del ducto. La nueva tubería apenas es superada en tamaño y capacidad en el país por el Gasoducto Bolivia-Brasil, que tiene 3.200 kilómetros entre la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra y la brasileña de Porto Alegre, y capacidad para transportar 30 millones de metros cúbicos de gas. La ceremonia de inauguración del llamado Gasoducto de la Integración Sudeste-Nordeste (Gasene), que tuvo un costo de 7.200 millones de reales (unos 4.000 millones de dólares al cambio actual), fue realizada en Itabuna, una ciudad en el estado de Bahía (nordeste). De acuerdo con Petrobras, la obra le da una nueva configuración a la red de gasoductos del país debido que permite que el gas excedente en el sudeste, el mayor mercado consumidor y en donde están los principales campos de producción, pueda abastecer el nordeste, rein en donde la producción del combustible es insuficiente para atender la creciente demanda. "Le estamos dando al nordeste la misma posibilidad de desarrollarse que ya tuvieron el sudeste y el sur", dijo Lula en el discurso que pronunció en la ceremonia de inauguración del gasoducto. "La obra le da al nordeste la posibilidad de tener energía limpia y más barata. La industria de la región podrá producir más y podremos ser autosuficientes en materia energética", agregó el gobernante, tras recordar que nació en el nordeste y que cuando aún era niño tuvo que emigrar con su familia hacia el sudeste del país en busca de mejores oportunidades. Los estados del nordeste brasileño ahora podrán recibir tanto el gas procedente de las cuencas marinas de Campos, Santos y Espíritu Santo, todas en el sudeste, como el gas importado desde Bolivia. El gasoducto también permitirá enviar al nordeste parte del gas natural licuado que Petrobras importa en barco y que regasifica en una planta construida en el estado de Río de Janeiro. El Gasene tendrá una capacidad inicial para transportar diez millones de metros cúbicos de gas por día, pero ese volumen irá creciendo gradualmente en la medida en que la demanda aumente y entren en operación nuevas estaciones de compresión. Según datos de Petrobras, la mayor empresa brasileña invirtió en los últimos siete años 29.600 millones de reales (unos 16.444,4 millones de dólares) para ampliar su red de gasoductos desde 5.451 kilómetros en 2003 hasta los actuales 9.219 kilómetros. Río de Janeiro, EFE |
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