Al menos 21 muertos al estallar coche bomba en centro de Bagdad

Soldados iraquíes y estadounidenses inspeccionan los daños causados en un atentado suicida cometido con un autobús-bomba contra una comisaría de la Policía en Bagdad (Irak), hoy 26 de enero de 2010. - Efe   Agencia

Soldados iraquíes y estadounidenses inspeccionan los daños causados en un atentado suicida cometido con un autobús-bomba contra una comisaría de la Policía en Bagdad (Irak), hoy 26 de enero de 2010. - Efe Agencia

BAGDAD |

Un atacante suicida mató a por lo menos 21 personas y dejó decenas de heridos el martes al hacer estallar un coche bomba junto a las oficinas de una oficina de investigación de la Policía, un día después que varios hoteles importantes fueron atacados también en acciones suicidas, dijeron las autoridades.

El momento decidido por los extremistas para lanzar esta semana sus ataques mortales con explosivos han producido conjeturas entre algunos iraquíes de que fueron en represalia por la pena de muerte aplicada el lunes contra el llamado "Químico Alí", un ex ministro iraquí y primo de Saddam Hussein.

Sin embargo, el comandante estadounidense en Irak, el general Raymond Odierno, dijo que no veía "absolutamente ninguna conexión" entre la ejecución y los ataques del lunes, que dejaron al menos 41 muertos. Las fuerzas armadas de Estados Unidos no hicieron declaraciones de inmediato luego del atentado del martes.

"No entregamos al Químico Alí hasta la tarde de ayer... No había manera en que nadie pudiera saber eso", dijo Odierno el martes en la base militar en las afueras de Bagdad.

La ejecución de Alí Hasán al-Majid fue por ahorcamiento, luego que se declaró culpable de ordenar un ataque con gas venenoso contra la ciudad curda de Halabja en 1988, que mató a más de 5.000 personas, como parte de una campaña contra un levantamiento curdo.

Miembros de la familia del "Químico Alí" llegaron a Bagdad para recoger su cuerpo para un entierro por la tarde.
Los ataques con bombas de esta semana _ todos contra edificios prominentes y fuertemente custodiados_ asestan un nuevo golpe a la imagen del gobierno iraquí, que pasa problemas para explicar las fallas de seguridad que han permitido a extremistas lanzar una serie de ataques masivos en la capital desde agosto.

Los equipos de rescate revisaban afanosamente los escombros para encontrar víctimas. Funcionarios dijeron que la mayoría de los muertos casi seguramente eran policías que trabajaban en el laboratorio forense en la Plaza Tahariyat, en el barrio de Karradah.

La policía dijo que el atacante del martes trató de rebasar con su auto un punto de control y los muros que protegen las oficinas de evidencia delictiva en Tahariyat.

Las autoridades dijeron que entre los muertos había al menos un civil.
La oficina atacada lidia mayormente con investigaciones penales, incluyendo huellas dactilares y otro tipo de evidencia.
La oficina, que no había sido blanco de ataques anteriormente, está ubicada junto a la oficina de delitos importantes del Ministerio del Interior, a cargo de casos de terrorismo.

El ataque del martes se produce apenas un día después de explosiones similares e hoteles frecuentados por occidentales.
El saldo de víctimas por esas explosiones continuaba subiendo el martes, con 41 muertos y 106 heridos, dijeron funcionarios policiales y médicos.

Los ataques del lunes fueron contra los hoteles Sheraton Ishtar Hotel, Babylon y Hamra.

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