 Muebles de madera. El producto se envía al mercado internacional, y el estadounidense era uno de los centros principales de consumo. |
• La política exterior del Ejecutivo en materia comercial no ha respondido a la expectativa del sector privado, que reclama apoyo de las autoridades nacionales.
Mientras el Gobierno espera que el actual presidente de Estados Unidos, Barak Obama, reponga las preferencias arancelarias, los exportadores criticaron a las autoridades por no hacer nada para mantener la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (Atpdea).
José Rivero, gerente General de la Cámara Nacional de Exportadores, criticó a las autoridades del Ministerio de Planificación y de la Cancillería, que hicieron muy poco por evitar el cierre del mercado americano.
Como se recordará EEUU otorgó a los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) preferencias comerciales por su lucha contra el narcotráfico y la erradicación de coca.
El año pasado el Congreso estadounidense amplió las preferencias para todos los países, algunos por un año y a otros por seis meses. A Bolivia sólo se le dio 6 meses, y el plazo fatal culmina este martes.
Pero antes el ex presidente del país del norte, George Bush, suspendió las preferencias en diciembre del año pasado para Bolivia porque no habría cumplido con las tareas de lucha contra el narcotráfico.
Entre tanto, el canciller David Choquehuanca guarda la esperanza de que el Presidente estadounidense apruebe una nueva ampliación hasta negociar un acuerdo comercial de largo plazo.
El Congreso de Estados Unidos debería aprobar este martes una resolución para una nueva ampliación basada principalmente en una enmienda a la Ley de Preferencias Arancelarias a favor de Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia.
Sin embargo, Perú y Colombia cerraron un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, lo que hace no tan necesario otra ampliación.
Pero el proyecto no fue considerado por congresistas norteamericanos, por lo que la suspensión del Atpdea es una realidad, dijo Rivero.
“En un día no se presenta un proyecto en el Congreso y tampoco se la hace aprobar, infelizmente está perdido el tema del Atpdea”, acotó.
MALAS RELACIONES
Para Porfirio Quispe, presidente del Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina), las malas relaciones de las autoridades nacionales con sus similares de otros países provocan la pérdida de mercados.
Pero Rivero lamenta que los mercados con arancel cero para el ingreso de productos nacionales alternativos se los haya manejado en medio de contradicciones, entre los ministerios de Producción y Desarrollo Plural, de Planificación y Cancillería.
“Mientras autoridades el Ministerio de Planificación dicen que el cierre del Atpdea no tiene mayor repercusión, la Cancillería afirman que es importante y se tiene que hacer gestiones”.
Para Rivero esas incoherencias entre autoridades de Gobierno demuestran que no hay una política de Estado clara sobre el Comercio Exterior.
“Yo creo que ya debería haber por lo menos una política de gobierno y por lo menos tener una política de Estado”, dijo.
Frente a las versiones del canciller de la República, David Choquehuanca, que echó la culpa a los exportadores por no aprovechar el mercado norteamericano y europeo, Rivero respondió que la línea política del comercio exterior la traza el Estado Nacional y no los exportadores.
“Esto pasa como en el fútbol, nunca hemos sido campeones y por eso ya dejamos de jugar los partidos”, dijo.
La materia de Comercio Exterior es un “problema estructural”, en la que participan varios actores, que cumplen roles específicos en materia comercial.
“Existen exportadores, instituciones de promoción para las exportaciones, y ahora habrá que preguntar qué red de agregados comerciales existe en la Cancillería, qué apoyo existe al sector exportador, cómo vamos a generar mayor producción si tenemos problemas estructurales”, cuestionó.
Para Rivero, el Gobierno debe estar agradecido por los esfuerzos que realiza el empresariado boliviano “por lo poco que se exporta al exterior”.
Señalo que exportar hacia el exterior es un “reto” debido a que los empresarios están solos y no tienen ayuda del Gobierno para afrontar esta tarea.
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