Preocupa a SIP campaña de desprestigio contra la prensa

Los representantes de la Sociedad Interamericana, tras visitar el palacio de gobierno ofrecieron declaraciones a la prensa nacional.

• El uso de calificativos contra los periodistas, en criterio de la SIP contribuye a profundizar este alejamiento del Mandatario con los comunicadores bolivianos.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dijo ayer que veía con preocupación la campaña de desprestigio que lleva adelante el Gobierno contra los representantes de la prensa boliviana. La misión de la organización que llegó hace dos días a Bolivia hizo un resumen de la información que recabaron con todos los sectores y su evaluación terminó con un encuentro con el presidente Evo Morales.

“Le planteamos al Presidente nuestra preocupación por campañas que se viven desde el Gobierno destinadas a desprestigiar a la prensa, a minar su credibilidad que es su principal capital. Las agresiones tanto físicas como verbales que han venido presentándose contra medios contrarios o afines al Gobierno, es un clima que puede traducirse en una muestra de intimidación que puede conducir a la autocensura de medios”, dijo el presidente de la SIP, Enrique Santos.

Durante la conferencia, el representante señaló, sin embargo, que por todo lo que pudieron verificar, existe libertad de prensa. Empero, aclaró, esta libertad, se ve frágil y vulnerable ante el ambiente de conflicto y polarización existente que puede ser negativa.

La SIP también manifestó al Presidente que en su concepto, una prensa que emite críticas y que cuestiona no equivale a una prensa sediciosa y subversiva, como varias veces lo había denunciado en actos públicos el Presidente y otras autoridades.

Para Santos, la confrontación saludable y democrática del Gobierno y medios de comunicación es un componente esencial de una dialéctica democrática y es sana para la sociedad. “Sería muy negativo que desapareciera esta posibilidad en Bolivia”, acotó.

“El deterioro de las relaciones con los medios independientes y el Gobierno es también el deterioro del clima democrático”, dijo Santos al remarcar que pidieron al Presidente que reconsidere su decisión de no dar conferencias de prensa a los medios privados locales por el bien del ambiente democrático y la comunidad.

El presidente Morales no atiende a los medios nacionales desde diciembre del año pasado, porque en su criterio “tergiversaban” sus declaraciones. Además, en reiteradas ocasiones atacó y se dirigió a los periodistas con insultos.

Incluso en el mismo encuentro que tuvo Morales con representantes de la SIP, cuando le pidieron una explicación de por qué no ofrecía conferencias a los medios, respondió irónicamente que eso pasaba “sólo con periodistas de La Paz, porque primero parecen una granja de pollos, cuando tienen que responder, todo el mundo grita como los pollitos y que no se entiende nada”, en cambio, considera que las conferencias de prensa de los medios internacionales, son bien ordenadas.

Esta situación, es decir, el uso de calificativos contra los periodistas, en criterio de la SIP contribuye a profundizar este alejamiento del Mandatario con los periodistas bolivianos.

“Creo que llamar a los periodistas ‘pollos’, es una expresión peyorativa que en nada contribuye para terminar ese clima de tensión que existe. Fue la forma que tuvo el Presidente con un planteamiento que hizo el presidente de la SIP de solicitarle que cambiara su actitud de no conceder conferencias de prensa”, dijo por su lado, el vicepresidente de la SIP, Gonzalo Marroquin.

El segundo representante añadió que las conclusiones a las que llega la institución sólo trascienden a la opinión pública como información, porque finalmente son intermediarios. “No venimos a Bolivia a hacer de jueces ni de árbitros sino venimos simplemente a defender posiciones de libertad de expresión del pensamiento y el derecho a la información”. Estas conclusiones serán conocidas hoy.

En todo caso, Marroquin espera que su presencia en Bolivia pueda ayudar a que se respete más la independencia editorial de cualquier medio de comunicación. “Se trató de hacer llegar el señalamiento a que son los propietarios de los medios los que manipulan la información, pero finalmente nosotros no vemos en los dueños ningún problema, sino lo que consideramos es que cada medio de comunicación tiene el derecho de decidir cuál es su línea editorial y cuál va a ser su posición ideológica”, finalizó.

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