Lula critica a la "todopoderosa" Europa por haber tardado en ayudar a Grecia

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó hoy a la "todopoderosa" Europa por haber tardado tres meses en solucionar la crisis de Grecia, lo que ha extendido el pánico a nivel mundial, al tiempo que lamentó que se haya construido un sistema en el que toman las decisiones los países más ricos.


Durante una jornada sobre Brasil organizada por el diario "El País" y el periódico brasileño "Valor Económico", Lula afirmó que las decisiones en el seno de la UE "no tienen nada de colectivas porque al fin y al cabo quien tiene más dinero es quien toma las decisiones".

 El presidente de Brasil apoyó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al asegurar que "está pagando por una crisis que no tiene nada que ver con él, que va más allá, porque se debe a la falta de control del sistema financiero".

 "España y Portugal sufren más que otros porque son más pequeños en una Europa de otros poderosos pero frágil por la falta de control de su sistema financiero", añadió.

 También recalcó que la crisis "no ha acabado" y que "no se sabe cuáles van a ser los efectos", al tiempo que subrayó la importancia de recuperar la confianza de los ciudadanos y de disponer de herramientas públicas para conducir la economía en momentos como éste.
 Lula explicó la 'receta' aplicada por su Gobierno para impulsar el crecimiento económico del país y llegar a alcanzar unos "números sólidos", proceso que comenzó por "recuperar la autoestima y el amor propio" de los portugueses, y que siguió con un impulso del consumo.

 "Cuando comenzó la crisis, tuve que aparecer por televisión para hacer una apología del consumo al pueblo brasileño, y esa parte pobre de la población fue la que más compró", indicó.

 Según el presidente, el consumo interno de Brasil durante la crisis económica creció gracias al impulso de las clases menos favorecidas -clasificadas con las letras "D" y "E"-, que gastaron más que las ricas -grupos "A" y "B"-.

 En la clausura del encuentro, Lula animó a los empresarios españoles a seguir invirtiendo en Brasil, y añadió que "es hora de que los brasileños también inviertan en España", porque "esto tiene que ser una carretera de doble sentido", y "cuanto más crezca la economía española, más vamos a crecer nosotros".

 "Nos gustaría tener a los españoles como socios; debemos establecer alianzas con empresas españolas y prestarnos ayuda mutua", manifestó Lula.

 Acerca de las próximas elecciones presidenciales en Brasil, en octubre, Lula expresó su confianza en la posibilidad de que venza su candidata, Dilma Roussef, y subrayó que en Brasil "nunca ha existido un proceso electoral tan pacífico como el que se vive ahora".

 A este respecto, el presidente destacó que la "novedad de Brasil" reside en que "los políticos saben que no pueden equivocarse", porque "va a ser muy difícil para cualquiera que gane las elecciones cambiar la evolución de Brasil", un país, que, según Lula, "puede transformarse en la quinta economía del mundo en los próximos diez años".


EFE

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