Morales abre Cumbre climática: "o muere el capitalismo o muere la Tierra"

• El presidente de Bolivia, Evo Morales (i), habla hoy, martes 20 de abril de 2010, durante el discurso inaugural de la conferencia mundial sobre el cambio climático, en la localidad de Tiquipaya, aledaña a Cochabamba. EFE/Jorge Abrego
El presidente Evo Morales, un aymara de izquierda, abrió hoy en Bolivia una conferencia mundial de unos 20.000 activistas para discutir propuestas contra el calentamiento global y difundir un claro mensaje: "o muere el capitalismo o muere la Tierra".

"El capitalismo es sinónimo de inanición, el capitalismo es sinónimo de desigualdad, es sinónimo de destrucción de la madre Tierra. O muere el capitalismo o muere la Tierra", afirmó el mandatario, en la inauguración del evento en el poblado de Tiquipaya, vecino de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

El mandatario, en un campo de fútbol frente a miles de personas, indicó que sólo los movimientos sociales del mundo, unidos a pueblos indígenas e intelectuales, "pueden derrotar a ese poder político y económico (capitalismo), en defensa de la madre Tierra".

Tiquipaya es por tres días el centro de una conferencia mundial de aborígenes y movimientos sociales de 129 países para debatir una propuesta para enfrentar el cambio climático que debe ser presentada en la próxima conferencia sobre el clima de las Naciones Unidas en noviembre en México.

El gobernante boliviano asumió en diciembre pasado el compromiso de organizar una reunión mundial de la sociedad civil tras criticar, junto a sus pares de Venezuela, Nicaragua y Cuba, las conclusiones de la conferencia mundial de Copenhague que -según él- no recogía consensos mínimos para evitar o frenar el calentamiento global.

La inauguración se realizó, en medio de una fiesta folklórica, en el estadio del poblado de Tiquipaya. El escenario deportivo no alcanzó a recibir a todas las personas que se acercaron a escuchar al mandatario.

Banderas de Bolivia, Perú, Chile, Ecuador, México y la infaltable 'whipala', el ajedrezado símbolo multicolor de los indígenas andinos, se vieron a lo largo de todo el estadio de Tiquipaya. Una bullanguera barra argentina vitoreó al presidente Morales y entonó cánticos izquierdistas de la década del 70.

Indígenas bolivianos quechuas y aymaras, de Chile, Perú, Centroamérica e incluso Estados Unidos y Europa llegaron a la inauguración.

Activistas contra la globalización de Africa, Africa y Oceanía y de países sudamericanos también integraban la nutrida presencia de movimientos sociales que exigen a las potencias industrializadas frenar el aumento de la temperatura con el eslogan: "cambien de modelo, no cambien el clima".

"Hay una profecía, una voz del norte, este mensaje nos dice a la humanidad que tenemos que parar para no quitar la vida a la Pachamama (madre Tierra en lengua quechua)", afirmó en inglés y con ayuda de un intérprete Faith Gammill, quien dijo representar a indígenas de Alaska y Canadá.

Un momento difícil vivió Alicia Bárcena, representante del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, cuando fue abucheada con fuerza en el estadio.

Bárcena -secretaria general de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)- amenazó con retirarse si los silbidos continuaban.

"Venimos con todo respeto a escuchar a los pueblos; nos han invitado ustedes pero si no quieren que estemos, nos podemos retirar", dijo, aunque luego pudo terminar de decir su discurso.

Un total de 17 mesas de trabajo fueron instaladas en Bolivia, para debatir temas principalmente referidos a la formación de un tribunal de justicia climática (para sancionar a las naciones contaminadoras), la convocatoria a un referendo mundial (para frenar acuerdos de las potencias sobre el clima) y la creación de un organismo paralelo a la ONU para reforzar políticas ambientalistas.

El encuentro termina el jueves en un cierre al que acudirán los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay).

Morales impulsó la cita tras lo que él llamo el fracaso de la cumbre de Copenhague el año pasado y para generar una propuesta alternativa para la próxima cita en noviembre en México. Cochabamba (Bolivia), AFP

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