Presidente ecuatoriano llama a condonar la deuda externa a Haití

QUITO |

El Presidente pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ecuatoriano Rafael Correa, pidió hoy la condonación de la deuda externa y el suministro de gas subvencionado a Haití como medidas para ayudar al país caribeño a superar el desastre causado por el terremoto del 12 de enero pasado.

En su discurso inaugural de la reunión extraordinaria de la Unasur sobre Haití, el Presidente de Ecuador formuló un llamamiento "cordial a todos los acreedores, en particular a los organismos multilaterales, para la condonación total de la deuda externa haitiana", que asciende a unos 1.300 millones de dólares.

Correa habló así en presencia del Mandatario haitiano, René Préval, que participa como invitado en esta cumbre de los 12 países miembros de Unasur, los cuales están representados por cuatro presidentes (Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú), y por ministros y otros altos funcionarios en el resto de los casos.

El Jefe de Estado ecuatoriano consideró "prioritario" el envío de una delegación a Haití conformada por organismos de planificación para respaldar las acciones que se requieran para la reconstrucción del país.

Señaló que se debe aportar a la reconstrucción de la infraestructura con recursos humanos, físicos y financieros, así como contribuir a la reforestación de Haití, debido al uso de madera como fuente de energía.

"Consideramos que para este fin, podemos estudiar el compromiso de, todos juntos, subvencionar el gas para Haití", indicó Correa, quien pidió, además, "sumar todas las fuerzas" para garantizar la seguridad alimentaria.

También pidió a los países miembros de Unasur que aún no lo han hecho, que se esfuercen en la aplicación de procesos especiales de regularización migratoria a favor de ciudadanos haitianos.

Convocó, además, a eliminar temporalmente las tarifas de importación de países suramericanos para productos haitianos exportables y a estimular inversiones de empresas suramericanas en sectores con elevado potencial de utilización de mano de obra local.

"Todo el apoyo debe sustentarse en la base de las prioridades que establezca el gobierno haitiano", dijo Correa, quien subrayó: "Latinoamérica está de pie".

"Ahora se trata de luchar por la vida. Haití es parte de la patria grande, nuestra familia, nuestra hermana, un pueblo duramente golpeado, pero jamás derrotado, jamás abatido. Hoy el mundo se llama Haití, el dolor se llama Haití, pero, gracias a Dios, la esperanza, también se llama Haití", indicó el gobernante ecuatoriano.

Correa anotó que la situación en Haití es una "de las peores tragedias humanitarias agravada por la destrucción de la poca institucionalidad que quedaba".

El Mandatario consideró que se debe pensar en una cooperación sur-sur, y añadió que la ayuda inmediata y masiva que dan los países más industrializados no siempre es la más eficaz.

A su criterio, desarrollo es también "un proceso de acompañamiento", pero hay que "saber acompañar" para lo que se debe estar "sujetos" a las decisiones de pueblo haitiano "en el marco del respeto absoluto a la soberanía nacional y al principio de no intervención en los asuntos internos", recalcó.

Además de Correa y Préval, en la cita participan los presidentes Álvaro Uribe, de Colombia; Alan García, de Perú, y Fernando Lugo de Paraguay, además del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.

Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, habían confirmado su asistencia, pero por distintos motivos la suspendieron. Tampoco están presentes los presidentes de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Surinam y Guayana.

En el encuentro participa, además, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza y el delegado de Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ciro de Falco.


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