LONDRES (EFE) -- El Liverpool, un club apretado por las circunstancias, no logró el martes en Anfield la victoria que tanto necesitaba y, por el contrario, cayó ante el Lyon por 1-2, un resultado que cae como una losa sobre las esperanzas europeas del equipo de Rafa Benítez.El factor Anfield ayuda normalmente a buscar soluciones imposibles, pero en la noche del martes la magia brilló por su ausencia. Al once red le asfixiaba la presión y la plantilla echó de menos a sus talismanes. Esta vez se topaban en casa con un rival francés, líder, además, de su grupo, lleno de ímpetu que obligó al once anfitrión a hacer un auténtico esfuerzo de creatividad desde el silbato inicial para poder mover la pelota en el primer acto. La situación, sin duda, no era favorable al once de Merseyside.
Y por si la baja del atacante español Fernando Torres fuera poco, el equipo inglés tuvo que prescindir temprano de los servicios de su capitán, el "influyente" -en palabras de su técnico- Steven Gerrard, a quien Rafa Benítez sustituyó a los 25 minutos de juego por Aurelio.
Circunstancia que, por cierto, preocupa de cara al próximo encuentro liguero ante el Manchester United. Por su parte, la plantilla gala prometía. Desde luego, el Lyon optó por un planteamiento ofensivo y gozó de un buen momento a los doce minutos con un pase de Cissokho que remató de cabeza Lisandro y que culminó en las manos del español Pepe Reina. Eso sí, tuvo que esforzarse por abortar ese amago del Lyon el meta red. Pese a las dificultades, el espíritu de Anfield llegó a tiempo.
Tras unos momentos de pánico en el área inglesa, con una jugada combinada entre Kallstrom y Govou, fue la formación de Benítez la que transformó el marcador.
A un intento a la meta de Lloris del holandés Dirk Kuyt, fue el israelí Yossi Benayoun el hombre que daba un respiro a la hinchada local con el gol de la ventaja para el Liverpool.
El conjunto inglés no pudo relajarse tampoco en el segundo tiempo. El Lyon hizo fuerza en su ofensiva y Reveillere se encargó de que Reina no se durmiera en los laureles. El Lyon logró el empate con un tanto rubricado por Maxime Gonalons que se clavó como un puñal en el corazón red. No fue un fallo del meta, Pepe Reina, que abortó dos intentos consecutivos, primero de Toulalan y luego de Cissokho pero que echó en falta más ayuda defensiva y no consiguió esquivar el disparo de Gonalons, un remate de cabeza desde dentro del área de penalRemató la miseria red un gol en tiempo de descuento del suplente César Delgado.
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