Por Ap - Agencia -
Militares y policías hondureños montan guardia, en la entrada de la embajada de Brasil en Tegucigalpa (Honduras), donde se encuentra refugiado el despuesto presidente del país, Manuel Zelaya. - Efe Agencia
TEGUCIGALPA |
El gobierno de facto informó el lunes que derogará el decreto que limita los derechos civiles en Honduras y que impuso bajo el argumento de que el presidente derrocado Manuel Zelaya ha llamado a una rebelión desde la embajada de Brasil, donde permanece recluido desde el 21 de septiembre.
"El Consejo de Ministros derogará hoy ese decreto, que entrará en vigencia el martes", dijo el presidente designado Roberto Micheletti en una entrevista con el canal 5 de la televisión local.
"Ese decreto ya no es necesario porque tenemos paz en el país", aseguró.
El "estado de emergencia" lo emitió Micheletti el 26 de septiembre por 45 días, luego que Zelaya llamó a sus seguidores a recrudecer las manifestaciones callejeras en todo el territorio nacional para restituirlo en el poder, tras ser derrocado el 28 de junio.
El decreto prohibió las reuniones de más de 20 personas, cerró medios de comunicación como Radio Globo y Canal 36, críticos a la gestión del gobierno de facto y permitió a las autoridades a mantener detenidos por más de 24 horas a los que generen lo que considere acciones terroristas y de sedición en el país.
Micheletti dio más detalle sobre la reciente reunión que tuvo con el secretario de la Organización de Estados Americanos José Miguel Insulza. Dijo que también participaron el asesor del organismo John Biehl y el ex presidente Ricardo Maduro.
Señaló que fue una reunión "absolutamente positiva". De Insulza, con quien Micheletti se enfrentó verbalmente al comienzo de la crisis, dijo que lo vio ahora como "un hombre que escucha, que quiere realmente la paz".
El gobernante de facto destacó que la OEA apunta hacia las elecciones del 29 de noviembre pero también con un diálogo hondureño y "estoy seguro que nosotros los hondureños logramos ese diálogo".
Sobre los probables escenarios en los que se daría una negociación, Micheletti dijo que la aspiración de Zelaya de retornar al país puede ser analizada pero "habría que escucharla con mejores planteamientos legales porque no se puede restituir a una persona que está con problemas legales en el país".
"En todo caso tendría que ser la Corte Suprema de Justicia la que tomará la decisión", expresó.
Micheletti también dijo que esta dispuesto a dejar el cargo de presidente siempre y cuando Zelaya haga lo mismo. Y que una tercera persona sea elegida para ocupar la presidencia y que esta se comprometa a orientar al país pacíficamente hacia los comicios de noviembre.
Dijo que es importante la "condición de que (la persona que se elegida presidente) no va a orientar ni a provocar disturbios... o sea nos retiramos yo para mi casa, él (Zelaya) no sé para donde porque él tiene problemas judiciales".
Al preguntársele sobre cómo iban las conversaciones en ese sentido, el gobernante de facto dijo que siempre ha expuesto esa posición "los temas que nosotros tenemos son definidos son claros... creo que nosotros podemos tomar una decisión de esta naturaleza".
Agregó que el tema se ha planteado en las conversaciones entre representantes de las facciones "pero no hay una decisión seria y fuerte con esto".
Micheletti dijo el viernes pasado que había emprendido conversaciones entre su gobierno y personas de Zelaya.
El lunes al cumplirse cien días del estallido de la crisis, una delegación de la OEA dirigida por el boliviano Víctor Rico seguía coordinando la llegada a Honduras de una misión de cancilleres del continente que buscará esta semana propiciar un diálogo, esta vez con señales de que las partes en conflicto se sentarán a la mesa.
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