Bolívar empato con Wilsterman

Bolívar desperdició la mejor oportunidad para ubicarse entre los serios aspirantes al título del torneo Apertura después de empatar sin goles con Wilstermann, ayer en el estadio Hernando Siles.

La Academia estaba obligada a ganar, pero al frente tuvo un rival que puso un cerrojo que no permitió el ingreso hasta su arco que fue bien custodiado por Hugo Suarez, quien demostró sus dotes de gran figura.

El cuadro celeste dominó las acciones a lo largo del partido, aunque no pudo traducirlo en goles. En los primeros minutos del encuentro el aviador llegó con peligro sobre la portería rival pero después se dedicó a cerrarle los espacios al cuadro local con dos líneas de cuatro que dificultó la circulación del balón entre los hombres de Bolívar, que tuvo en el brasileño Charles Da Silva al más desequilibrante.

Bolívar continuó con su presión tanto por los costados como por el medio y eso hizo que pueda aflojar el cerrojo defensivo del conjunto cochabambino, pero falló en la puntada final. Wilsterman tuvo mucho orden y disciplina en cada una de sus líneas, pero al momento de atacar careció de fuerza, lo cual hizo que el arquero Carlos Arias no tenga mucho trabajo, a no ser un remate de Edgar Olivares en la última parte de la primera etapa.

En el segundo tiempo Bolívar atacó con dos delanteros de oficio, ya que ingresó el paraguayo Aquilino Villalba, que provocó zozobra sobre la portería del arquero Hugo Suárez, mientras que Da Silva, que en la primera etapa fue hombre de ataque, se dedicó a la creación en el mediocampo y colocó varios balones en profundidad y pases cortos después de eludir con gambeta a sus marcadores, pero su esfuerzo no tuvo rédito porque las jugadas no tuvieron el final que se deseaba.

Wilstermann atacó por intermedio del contragolpe, pero sin la contundencia necesaria para inquietar en demasía a Arias, pese a que contó también con el aporte de Gabriel Ríos, que ingresó a la cancha para acompañar a Pablo Salinas. Los cambios que realizó el técnico Luis Esteban Galarza sólo le dieron mayor energía al equipo pero no más volumen de juego ni dinámica del medio hacia delante. Eso hizo que Bolívar juegue incluso a momentos a placer, pero poco productivo porque sus ataques no causaron daño.

En los últimos minutos del partido ingresó un tercer delantero en Bolívar para tratar de desequilibrar el marcador, el juvenil Rodrigo Vargas, aunque para ello el técnico Gustavo Quinteros prescindió de su “10” clásico, el brasileño Da Silva, por lo que el peso de trasladar la pelota del medio hacia delante recayó en Abdón Reyes, pero su despliegue físico y su dribbling no fue suficiente.

De esta manera transcurrieron los últimos minutos del partido, con un Bolívar en franco ataque pero sin lograr convertir y un elenco visitante que apostó al empate y lo consiguió, valioso para sumar en su afán de salir de la zona del descenso, que tuvo en el arquero Hugo Suárez a su máxima figura.

Bolívar dio un paso en falso en su pretensión de conquistar la corona.

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