Tamiles reconocen oficialmente muerte de su líder Prabhakaran

Campo de refugiados en Sri Lanka

• Unos 300.000 tamiles abandonaron sus hogares y caminaron por selvas y pantanos huyendo de los combates, para acabar en esos campos.

Colombo, (Agencias).- Los rebeldes de los Tigres Tamiles reconocieron oficialmente ayer la muerte de su líder, Velupillai Prabhakaran, mientras las autoridades de Sri Lanka advertían que no permitirán el acceso total a los campos de desplazados por el conflicto.

"Anunciamos hoy (ayer) día, con una tristeza indescriptible y los corazones apenados, que nuestro líder incomparable, el comandante supremo de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE), se convirtió en mártir luchando contra las operaciones militares del gobierno esrilanqués", declaró el jefe de Relaciones Internacionales de los rebeldes, Selvarasa Pathmanathan.

Domingo anterior

"Su última petición fue que se continuara la lucha hasta que consigamos la libertad de su pueblo", añadió, en la primera admisión por parte del LTTE de la muerte de Prabhakaran, anunciada el lunes por el Gobierno de Sri Lanka. El martes, Pathmanathan había asegurado, en la página web de los rebeldes, que el fundador y líder de los Tigres Tamiles se encontraba "sano y salvo" e instó a las autoridades a mostrar imágenes del cadáver, algo que hicieron. En su comunicado de ayer, el LTTE aseguró que Prabhakaran había muerto el domingo pasado, un día antes de lo que dijo Colombo.

Las autoridades militares anunciaron que Prabhakaran, de 54 años, había muerto el lunes cuando trataba de escapar del asalto final de las tropas gubernamentales contra los rebeldes tamiles.

Cenizas al mar

Su cadáver fue incinerado y sus cenizas arrojadas al mar, afirmó ayer el jefe del Ejército, el general Sarath Fonseka. Por otra parte, tras el pedido del sábado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de tener acceso "sin trabas" a los campos de refugiados, el Gobierno srilanqués respondió que "cuándo las condiciones mejoren, en particular en lo relativo a la seguridad, no habrá objeciones a la ayuda".

El presidente Mahinda Rajapakse advirtió de "la probable presencia de Tigres Tamiles infiltrados entre el gran número de personas que acudió a las áreas gubernamentales".

"Campos de concentración"

El Gobierno de Sri Lanka afirma querer reinstalar a todos los civiles desplazados cuanto antes y describe los campos de desplazados como "aldeas de asistencia social", pero los activistas tamiles denuncian que se trata de "campos de concentración".

El Presidente srilanqués también aseguró a Ban que tratará de solucionar los conflictos étnicos que originaron la guerra entre las tropas gubernamentales y los separatistas tamiles, en la que murieron entre 80.000 y 100.000 personas.

Según un comunicado conjunto divulgado ayer, Ban pidió que se investiguen las acusaciones de violación de los derechos humanos presuntamente cometidos durante la ofensiva final contra los Tigres Tamiles, a lo que el Gobierno de Colombo respondió que "tomará medidas para tratar esas quejas".

Bombardeos

Grupos de defensa de los derechos humanos acusaron al Ejército de bombardear indiscriminadamente la zona rebelde sin tener en cuenta a la población y a los LTTE de retener a los civiles como escudos humanos y de ejecutarlos si intentaban escapar. En los últimos meses de combates, Rajapakse había ignorado los reiterados llamamientos de Naciones Unidas a un alto el fuego y siguió adelante con la ofensiva que aplastó a los Tigres a pesar de las voces de alarma que hablaban de una "catástrofe humanitaria".

Unos 300.000 tamiles abandonaron sus hogares y caminaron por selvas y pantanos huyendo de los combates, para acabar en esos campos.

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