Detesto ser tajante para resolver situaciones futbolísticas, como las que ocurrieron ayer, The Strongest perdía un partido porque no había mostrado aptitudes que le permitieran un funcionamiento óptimo, porque carece de futbolistas que provoquen desnivel, excepto Nelvin Soliz, que parece un trencito pequeño, cuando pasa provoca el desequilibrio, cuando lo tocan termina descarrilado y por ende lo que se gestaba por esa banda provoca una rápida salida de contragolpe del onceno rival.
Además Blooming es, fue y será un onceno muy ordenado, cada uno conoce lo que debe aportar, por ello es difícil sobrepasarlo, porque defiende escalonadamente de atrás hacia delante en forma de abanico dejando poco espacio para que se puedan mover sus adversarios. Y al “tigre” se le enturbió el panorama porque nunca pudo resolver las trampas, no pudo y no supo descifrar la forma de acercarse con peligro a la portería de Andrés Jemio y cuando lo hizo fue por vía aérea, único recurso válido futbolístico hasta ahora, repetido hasta el cansancio y que cuando no prospera termina por desilusionar primero al hincha y luego a los propios ejecutantes.
La inclusión de David Cerruti no fue la solución a las búsquedas de compañía para Pablo Vásquez, los dos son delanteros de área y lo que producían los extremos por las bandas no bastaba, siempre recibieron presionados además nunca encararon hacia la portería, porque no son aptos, sus virtudes apuntan a otro estilo, me refiero a David Vásquez, porque David Cerruti sin pretender ser lapidario, vanidoso y cesarista creemos que su contratación fue equivocada, para The Strongest no posee el nivel, la edad no le acompaña y sus largas permanencias en el banco de suplentes no hacen otra cosa que acelerar su salida del primer plantel de Achumani, otro que deberá tomar el mismo camino es Martín Menacho quien hasta ahora tampoco da muestras del porque de su contratación.
Si usted no fue ala estadio y no se enteró, por lo leido ya se imagina otra derrota atigrada, no fue así, ganó The Strongest dándole vuelta al tanteador, dándole vuelta a un resultado que parecía imposible de remontar porque defensivamente sufrió lo indecible, Luís Galarza, su joven golero ahogó los festejos celeste con una soberbia actuación; pero cuales fueron las razones para esta levantada que al final del partido algunos ilusos plantearon como el retorno del “tigre” antiguo, ese que fue campeón, ese que siempre puso garra y corazón para resolver pleitos complicados. El compromiso es fundamental para resolver las dificultades, que táctica y futbolísticamente no tienen visos de solución. En las charlas con técnicos amigos, porque también tengo enemigos, se habla mucho de los jugadores de tránsito, una simple pregunta, ¿quiénes son ellos?, bueno son los que se desprenden de sus líneas sean estas extremas o de avanzada para concurrir a brindar auxilio a sus compañeros.
Sandro Coelho, se fue, se alejó de su posición, le sumó dificultades a sus compañeros, por allí quiso jugar de extremo izquierdo, quiso ser centro atacante, quiso ser el as y de tanto querer ser todo se transformó en el jugador desequilibrante, aunque usted no lo crea, hizo un golazo como los que hacía una década atrás, desvió una trayectoria de un esférico para marcar otro y se consumó esta hazaña.
Para el final, vale la pena puntualizar, The Strongest gano a lo tigre, porque futbolísticamente carece de conceptos, Sandro Coelho jugo de superman, si tuviera un técnico que detecte las virtudes de este veterano tendría que consultarle de que quiere jugar. Hay que ser cautos ayer la entrega frente a Blooming sirvió; pero el domingo es clásico y Bolívar va a salir a ganar, no se va a venir a defender por eso hay que cuidarse del triunfalismo que les puede hacer daño. Por ello como al inicio del análisis detesto encontrar más defectos que virtudes en esta victoria que fue muy emotiva, porque el buen fútbol, por ahora el Tigre no lo juega o no lo sabe mostrar en un campo de juego.
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