Culmina Cumbre de las Américas con la esperanza de mejor futuro

(I a D): Los mandatarios Barack Obama, Ronald Venetiaan, Elías Antonio Saca,Tabaré Vázquez, Rafael Correa y Hugo Chávez

• “Hay mejores días para América después de esta cumbre”, expresó el presidente de México, Felipe Calderón, al término del evento.

Puerto España, (Agencias).- Los países americanos concluyeron ayer una cumbre que marcó el debut regional del presidente estadounidense, Barack Obama, quien logró reducir tensiones con los líderes de la izquierda radical del hemisferio y acortar distancias con Cuba.

Obama obtuvo en Puerto España un amplio crédito de los países de la región durante una reunión que juntó a 34 mandatarios de las Américas, todos excepto Cuba, lo que motivó un unánime pedido para que Estados Unidos levante el embargo que mantiene hace 47 años contra la isla caribeña.

Mejores relaciones

Precedido por la eliminación de algunas restricciones vigentes sobre Cuba, el presidente estadounidense sedujo incluso a líderes socialistas como el venezolano Hugo Chávez, un ácido crítico de la Casa Blanca, quien dijo no tener dudas de que la relación bilateral mejorará. “Estas conversaciones abrieron una nueva era en la asociación entre nuestras naciones. En los últimos días hemos visto potenciales señales positivas en las relaciones de Estados Unidos, Cuba y Venezuela”, dijo el Presidente estadounidense en una rueda de prensa antes de dejar el país.

“Pero como dije antes, la prueba para todos es que no sean sólo palabras, si no también hechos”, añadió.

Bolivia

Obama escuchó reclamos por injerencias políticas de EEUU en asuntos internos de países como Bolivia.

La figura del estadounidense despertó gestos explícitos de admiración entre muchos de sus pares en la cumbre de Trinidad y Tobago, y pese a tener un largo camino por delante para restablecer la confianza perdida en los últimos años, logró revertir el rechazo que recogió su predecesor George W. Bush. “Vamos a ser francos, todos esperaban que Chávez y Obama se fuesen a atacar y ocurrió exactamente lo opuesto. Si él tuvo un problema con Bush eso puede cambiarse en la era Obama”, dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Según el líder izquierdista moderado de la potencia sudamericana, Obama tomó “un baño de América Latina” durante el encuentro que recorrió temas de inmigración, seguridad, medioambiente, tráfico de drogas y energía.

La ciudad tropical de Puerto España también sintió la conmoción causada por el paso del presidente de Estados Unidos. Las tiendas ofrecían una gran variedad de mercadería con su rostro y la excitación por su presencia en la isla caribeña alcanzó hasta organizadores y custodios.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo que haría enmarcar una frase que Obama le dedicó en un papel durante una conversación que mantuvieron.

DIVERGENCIAS PREVIAS

Pese al ambiente de cordialidad que primó, diferencias previas, que se sumaron a los frondosos antecedentes de rechazo por las políticas de Washington para la región, impidieron la firma unánime de una declaración final que terminó siendo “adoptada” por consenso.

Venezuela, una de las naciones disidentes por la ausencia de Cuba en la cita y a la falta de medidas suficientes para resolver la crisis económica del documento, terminó moderando su rechazo en beneficio del ambiente general. “Un clima nuevo se ha creado en todo el continente”, dijo Chávez al finalizar la reunión durante la cual decidió reponer al embajador de su país en Washington, que había retirado en septiembre por diferencias políticas.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, celebró la iniciativa. El cambio de signo en la Casa Blanca hizo reverdecer la atención regional sobre la “cuestión cubana”, que hegemonizó los pedidos de los países que pretenden un regreso del país caribeño a los grupos regionales tras 47 años de suspensión.

Crisis económica

En Trinidad y Tobago se consolidaron las señales de aproximación entre Washington y La Habana, que podría conducir a nuevos cambios en la política estadounidense para la isla, pero dentro de un campo de juego claramente delimitado. “El hecho de tener a Raúl Castro diciendo que su Gobierno está dispuesto a debatir con nosotros no sólo asuntos como el levantamiento del embargo, si no también asuntos de derechos humanos, presos políticos, es un signo de progreso”, dijo Obama.

Cuba había anticipado esta semana que estaba dispuesto a abordar esa agenda. Con la crisis económica golpeando la región, Obama también escuchó pedidos para facilitar la llegada de fondos frescos a los países, que pugnan para que las naciones desarrolladas recapitalicen a los organismos multilaterales de crédito.

Pero el resultado positivo de la cumbre, que contrastó con las agresiones y el fracaso diplomático que signó al anterior encuentro en Argentina en 2005, pareció superar las expectativas de casi todos los presentes.

“Hay mejores días para América después de esta cumbre”, expresó el primer mandatario mexicano Felipe Calderón, al cierre del evento.

Comentarios