Roma, (Agencias).- Los miles de damnificados del sismo, ocurrido en la central región de Abruzzo, dejarán los campamentos en los que se encuentran antes de que finalice el próximo verano, prometió ayer el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
“El Gobierno no hará barracas, ni instalará tiendas a largo plazo; antes del fin del verano la mayor parte de las personas afectadas estará en casa”, dijo Berlusconi durante una nueva visita a la ciudad de L’Aquila, la más afectada por el sismo del pasado día 6.
Buen trabajo
Según el jefe de gobierno, los servicios de socorro han realizado un “buen” trabajo en la zona y dijo que para la magnitud del sismo (6.3 grados Richter) “las víctimas fueron pocas (294), podrían haber sido más”. En el terremoto murieron 294 personas y 58 mil resultaron damnificadas.
“Antes del otoño cerraremos todas las tiendas de campaña y procederemos a la reconstrucción en tiempos muy estrechos; quien quiera reconstruir su propia casa, donde estaba, en las cercanías o en otra parte, tendrá la ayuda del gobierno”, aseguró. Precisó que el Estado podría contribuir hasta con 33 por ciento del costo de una casa, además de que se concederán hipotecas con tasas de interés favorables.
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