Anunciada reestructuración en YPFB se limita sólo a despidos de funcionarios

Gasoductos en el oriente boliviano. YPFB todavía no entra de lleno en la cadena hidrocarburífera.

• Denuncian que el presidente interino de Yacimientos actúa como su antecesor, Santos Ramírez.

La anunciada reestructuración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) sólo se limita al despido de funcionarios, pero se desconoce del futuro de la empresa petrolera en la cadena hidrocarburífera debido a que aún no se conoce su plan de refundación.

Los trabajadores denuncian que hay incertidumbre sobre el futuro de la empresa estatal, y señalan que pareciera que no tiene mando y estaría a la deriva.

El secretario general de YPFB, Ramiro Saavedra, denunció que la refundación de estatal se limita a “ apagar incendios”, y las diferentes gerencias y direcciones, trabajan a media máquina.

En el caso de la Dirección de Gas Domiciliario, se despidió a los “lecturadores, ahora se pretende pasar las engarrafadoras a CLHB.

Asimismo, se está contratando a ex funcionarios con sueldos jugosos, dijo Saavedra, quien advierte que no hay timón (de mando) en Yacimientos.

Denunció que se tiene irregularidades en el proceso de convocatoria de profesionales para encarar la reestructuración, y señala que la invitación “ya está dirigida”.

Se informó que se estaría recontratando a funcionarios con altos salarios, que van desde los 11 a 13.7000 bolivianos.

Sin embargo, el gobierno anunció que la austeridad no se aplicará en las empresas estatales debido a que éstas requieren de profesionales del área bien remunerados.

“Estamos incumpliendo incluso las convocatorias para contratar a la gente”.

Señalo que la promesa de obrar con transparencia a la hora de refundar YPFB no se cumple por la presidencia interina de la estatal petrolera.

“No hay tal relanzamiento, ya que están vulnerando todo, Yacimientos se está cayendo, Yacimiento se está derrumbando”, advirtió.

Asimismo, informó que el Sindicato de Trabajadores de YPFB recibe llamadas constantes de funcionarios de Oruro, Santa Cruz, Sucre, que indican que las plantas engarrafadoras estarían a punto de pasar a la empresa CLHB, tema que debe ser investigado.

Lamentó que las operaciones en la cadena productiva de hidrocarburos se encuentren en la misma situación que la Capitalización.

“Seguimos parados y no hay toma de decisiones en nada, no podemos hacer nada, no se firman una infinidad de cheques por el bien de la empresa. Nos preocupa la situación como tal”.

El trabajo de YPFB se limita a apagar incendios, ya que las gerencias funcionan a medidas por la falta de decisiones de la presidencia interina.

Despidos

Un número de ocho dirigentes del Sindicato de Trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos fue transferido a otros distritos y otros tres funcionarios despedidos de forma sorpresiva en la estatal petrolera.

A muy tempranas horas de la mañana de ayer, una veintena de funcionarios, dirigentes de la Asociación de Trabajadores de YPFB, no lograron ingresar a sus fuentes laborales ante la restricción de la policía que mostraba sus memorándums de despido y destino a otros distritos del país.

Tomás Jiménez, Secretario Ejecutivo de la Asociación de trabajadores de YPFB, recordó que el Articulo 51 de la nueva Constitución Política del Estado señala que todo boliviano tiene derecho a ser sindicalizado, pero el interino Carlos Villegas, al igual que hizo Santos Ramírez, saca a los funcionarios de sus fuentes de trabajo.

Indicó que varios de los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de YPFB gozan de un fuero sindical que debe terminarse el próximo año.

Durante los últimos tres años de gestión, los trabajadores realizaron denuncias sobre actos de corrupción en las contrataciones que YPFB realizó con operadoras externas, entre ellas SIPSA (Servicios Industriales Petroleros Sociedad Anónima).

“Como se dijo en la época de Santos Ramírez, sigue el abuso del poder, donde el país ha entrado a una dictadura, porque no se reconoce los derechos de los trabajadores ni de los dirigentes sindicales”.

Ante ese panorama, Jiménez anunció la reorganización del movimiento sindical petrolero, para marchar y luego realizar una huelga de hambre en rechazo al despido masivo de mas 600 trabajadores.

Más adelante, Jiménez acusó al dirigente de la Federación de Trabajadores Petroleros, Domingo Vásquez, de promover, provocar los despidos, que ya suman más de 600, tras su influencia en Carlos Villegas, que autorizó los despidos.

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